Una de las piedras angulares de la medicina china tradicional, el "Qi", o como lo conocemos normalmente, el "Chi", responde a muchas interpretaciones. Un término ambiguo que viene a englobarse en un único concepto como energía sin la cual no existiría la vida.
No podemos intentar entender el Tai Chi sin unirlo directamente al concepto del Chi. Este término no tendría equivalencia en la cultura occidental, de ahí que su traducción resulte controvertida. Sin embargo, en china, "Qi"es un término común. Se utiliza en diversos contextos. El Chi puede ser entendido como la energía que fluye dentro de los seres vivos, como los nutrientes que nos aportan la comida, puede estar relacionado con la respiración y el aire, con el espíritu...
Sin embargo, en el Tai Chi es un término fundamental. Uno de los objetivos principales del Tai Chi es aprender a localizar el Chi y hacer que fluya por los meridianos de nuestro cuerpo para canalizar la energía y así equilibrar cuerpo y mente. El Tai Chi, al igual que la medicina china tradicional, se basa en una correcta circulación del Chi para mantener cuerpo y mente sanos y evitar enfermedades.
La práctica del Tai Chi te ayudará a conectar con tu Chi. Por lo general es difícil en principio entender o sentir el Chi. Esta energía que recorre nuestro cuerpo es como la sangre que fluye por nuestro interior, sabemos que existe pero normalmente no la sentimos.
Ejercitar las Formas del Tai Chi te enseñará a conectar con tu Chi y aprender a distribuirlo por todos los puntos vitales de tu cuerpo de forma que te encuentres mucho mejor, tanto por dentro como por fuera. También puedes empezar a practicar con los ejercicios de respiración que en esta guía te enseñamos.